Queda decretado
a partir de hoy,
que el terapeuta es persona también.
Sufre, llora,
ama y siente
y a veces, necesita hablar.
El mirar atento,
el oído abierto,
escuchando la tristeza del otro
cuando, a veces, la tristeza mayor
esta dentro del pecho.
En cuanto a mí,
estoy triste, estoy alegre
y siento rabia también.
Soy de carne y hueso
y quiero que sepas esto de mí.
Y ahora,
que sabes que soy una persona,
¿quieres hablarme de ti?
Si quieres hablarme de ti, ponte en contacto conmigo.
Comentarios
Publicar un comentario