“La Gestalt es la esencia de cada quien”
Guillermo Borja
Gestalt es una actitud de vida. Esta actitud implica cierta cualidad de Presencia basada en la autenticidad y la espontaneidad, esta última basada en una fe en la autorregulación organísmica. Gestalt es una visión integrada a una práctica o una práctica al que se le ha buscado una formulación teórica. Más bien, es una expresión de si mismo y de las diversas influencias que ha recibido Fritz Perls, un “experto en descubrir lo propio por absorción y discriminación de lo ajeno”.
Claudio Naranjo dice: “que la terapia gestáltica es un existencialismo por su énfasis en la autenticidad, que es un psicoanálisis por su énfasis en la toma de conciencia de las propias emociones, impulsos y resistencias al proceso terapéutico. Su formulación toma prestados elementos de la psicología gestalt, pero sobre todo rezuma una visión holística y una actitud integrativa”.
Así, “la gestalt va más allá de la restauración de la conciencia, al reconocer que la salud depende no tanto del reconocimiento de tal o cual cosa en particular, sino de la misma restauración de la capacidad de percatarse, la capacidad de ser testigo de sí.” Siendo el objetivo de la terapia, entonces, atender a lo desatendido y descubrir partes de uno mismo que no estaban descubiertas, es decir, el autoconocimiento.
1. El darse cuenta del mundo exterior: Esto es, contacto sensorial con objetos y eventos que se encuentran fuera de uno en el presente; lo que en este momento veo, toco, palpo, degusto o huelo. Es lo obvio, lo que se presenta de por sí ante nosotros.
2. El darse cuenta del mundo interior: Es el contacto sensorial actual con lo que ocurre sobre y debajo de nuestra piel. Tensiones musculares, movimientos, sensaciones molestas, escozores, temblores, sudoración, respiración, etc.
3. El darse cuenta de la fantasía, la Zona Intermedia (ZIM): Esto incluye toda la actividad mental que transcurre más allá del presente: todo el explicar, imaginar, adivinar, pensar, planificar, recordar el pasado, anticiparse al futuro, etc.
La terapia Gestalt antepone la espontaneidad al control; la vivencia, a la evitación de lo molesto y doloroso; el sentir, a la racionalización; la comprensión global de los procesos, a la dicotomía de los aparentes opuestos...y requiere del terapeuta un uso de sí como instrumento (emocional, corporal, intelectual) que transmita una determinada actitud vital en vez de practicar únicamente una técnica útil contra la neurosis…
No hay tal cosa como una obra de arte inmortal. Hay un solo arte: el más grande de todos, el arte de hacer de uno mismo un ser humano completo.
Gurdjieff
Preciosa esta cita de Gurdjieff
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